Heidi Becerra Gosserez, directiva de Kellogg Company les dió un buen discurso a los graduandos este semestre, que se puede resumir con la frase "sean unos chícharos felices".
Me gustó la idea porque, como dijo Heidi, cuando uno sale de la licenciatura es cuando empieza a forjar su carrera profesional de manera que se encuentra uno en la posición más baja de su trayectoria: es un chícharo. Además, por mucho que avances con los años en gerencias, direcciones y presidencias, en realidad nunca dejas de ser un chícharo. Siempre estás aprendiendo, siempre cometerás errores, y siempre estás sirviendo a alguien(es) más.
Solo dejan de ser chícharos los que se consideran a sí mismos como "jefes", es decir los que mueren en vida y automáticamente dejan de aprender cosas nuevas. Me gustó el mensaje de la chíchara Heidi de aceptar con humildad nuestra condición de aprendices de la vida. Todos somos chícharos, aunque algunos crean que no lo son. Y de todos podemos aprender algo.
Y la idea de ser chícharos felices me gustó también: ser chícharo no es algo malo, al contrario, de uno depende el tomar la vida y nuestra ocupación profesional con dignidad y con gusto. El grado de felicidad no es proporcional al cheque que recibes, al número de gente que lidereas, a las ventas anuales, etc. sino al grado de compromiso y orgullo que tengas en tu trabajo, al placer de hacer lo que haces.
Eso me recordó que haría lo que hago aunque no me pagaran. Al final las remuneraciones de las distintas ocupaciones humanas dependen de una bola de factores sociales, culturales, históricos. Diferentes sociedades valoran distintas ocupaciones, de manera que el éxito no puede medirse por lo que los demás piensen (actor de telenovela, jugador de futbol, diputado... son ocupaciones que no merecerían lo que el sistema les retribuye).
Seguramente no hay fórmulas ni consejos que dar a quienes se gradúan de la universidad, pero el recordarles que son/somos chícharos y que depende de nosotros ser felices, es un buen inicio.
El presidente Obama dio el mensaje de graduación en ASU, aquí un fragmento donde les recuerda que especialmente estas nuevas generaciones deben repensar sus metas y evitar definirlas en términos materiales o de status.
ResponderBorrarHeidi hizo referencia a este "gap" generacional: muchos 'expertos' se aplatanan y evitan seguir aprendiendo. Supongo que es mejor ser chícharo que plátano!