La primera parte del libro, como indica el autor, habla "de la transición del monasterio a la universidad a consecuencia del cambio de cultura; asimismo, traeremos a colación algunas de las insuficiencias universitarias que venimos arrastrando casi desde su inicio". A falta de una lectura más a detalle, la siguiente parece la mejor conclusión de esta primera parte: "Esta interpretación sugiere que pasamos por la escuela, fundamentalmente, para aprender rutinas o recetas útiles en el ejercicio de la profesión."
La segunda parte del libro (un tanto desconectada de la anterior), es llamada "Las Escuelas de Diseño (Gráfico) en el País" en la que se analizan muchas cosas, quizá de las más interesantes es la siguiente:
"A todo esto se añade la falta crítica de actualización en la mayoría de los docentes –que los convierte en un verdadero freno cuando se trata de implementar un nuevo plan de estudios que exige otros conocimientos–, la desestima por la reflexión y la investigación, la insistencia en informar pero el olvido en formar auténticos universitarios, las carencias en infraestructura, etcétera"Covarrubias cita ampliamente en esta sección el documento "La enseñanza de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo en México. Siete años de evaluación diagnóstica y sus resultados, 2001" de la Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación Superior (CONPES) - Comité de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (CADU). De hecho, creo que sobre estos temas más bien valdría la pena darle lectura directa a este documento de 123 cuartillas, especialmente la parte 5 en donde se hacen los siguientes diagnósticos:
5.1 Diagnóstico de arquitectura
5.2 Diagnóstico de diseño gráfico
5.3 Diagnóstico de diseño industrial
5.4 Diagnóstico de urbanismo
5.5 Diagnóstico del posgrado y la investigación
En el resto de la segunda parte de su libro, Covarrubias hace un análisis personal sobre la División de Ciencias y Artes para el Diseño (CYAD), en la UAM Azcapotzalco.
En la tercera parte el autor aborda el tema de las nuevas tecnologías. Me falta hacer una lectura detallada, pero por ahora solo me quedo con la impresión de que difícilmente ya alguien podría pensar en las "nuevas tecnologías" como un tema válido y relevante de discusión. Conocí bien en algún tiempo a Javier por lo que entiendo bien sus planeamientos. Solo reproduzco aquí una de sus recomendaciones:
"rechazar tajantemente la cándida idea de que usar la computadora es renunciar al privilegio de la creatividad (seguramente alguien dijo lo mismo cuando se introdujeron las reglas, las escuadras y el compás);"En fin, sobre estos temas se puede generalizar, provocar y divagar mucho. En lo personal sobre estos temas prefiero el nivel de discusión de alguien como Harold Cohen: http://grandtextauto.org/2003/06/17/harold-cohen-on-artist-programmers/
Termina el (un tanto agotador) libro con una sección (afortunadamente) breve titulada "Dios no ama a Internet" o algo por el estilo. Supongo que no faltan asuntos y puntos de vista interesantes, que ya iremos comentando en otra ocasión. Por ahora me quedo con el buen sabor de boca de que autores mexicanos estén produciendo este tipo de obras, y sobre todo que elijan plataformas como Lulu.com para publicar (en lugar de andar montando un negocio editorial para publicar libros de texto caros pero muy limitados de contenido). Ojalá que cada vez más diseñadores pensadores (en serio, nada de 'design thinkers' por supuesto) decidan escribir y publicar sus ideas, experiencias, críticas, contribuciones, etc. Y si bien antes este tipo de libros los publicaban las mismas Universidades, creo que Javier Covarrubias nos enseña con el ejemplo que el conocimiento no puede limitarse a la librería del campus: debe fluir en forma de ebooks gratuitos...
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