Hoy me daba pena y risa escuchar (una vez más) a gente inteligente discutir sobre las 'mega-tendencias' del futuro, y ver que siguen con una idea del futuro muy anterior al siglo XXI. Es decir, siguen hablando de 'nanotecnología' y 'mercados globales' y demás pseudo-predicciones, como si no tuviéramos ya encima todas esas cosas ¿cuál futuro? Si acaso nos falta el auto volador. Y en cambio, me asombra que en sus 'mega-tendencias' no incluyan la mega-pobreza, el mega-agotamiento de la naturaleza, el mega-desempleo y los mega-conflictos sociales que vienen emergiendo por estos problemas. Hacemos como que no los vemos, y preferimos hablar de cyborgs y clones, eso si que suena a un futuro cool!
Releyendo a Gabriel Zaid ("Hacen falta empresarios creadores de empresarios" Ed. Oceano 1995), pienso al menos tres cosas importantes (creo):
- No necesitamos empresarios, esos saben administrar la riqueza; necesitamos emprendedores, esos saben crear riqueza donde los demás solo ven problemas
- Está clarísimo que los diseñadores deben dejar de aplicar sus talentos a "objetos terminados", es decir, objetos de consumo concebidos para que A (cliente) los produzca y B (usuario) los consuma. En lugar de este modelo ya agotado, los diseñadores tenemos el enorme reto de crear objetos que generen riqueza, que produzcan valor, con los que puedan crear generaciones completas de nuevos emprendedores.
- El modelo de "más profesionistas universitarios por favor" también está agotadísimo para países como México, en los que, como dice bien Zaid, sobra gente y falta dinero. Quizá en países como Japón sea bueno que haya miles de profesionistas para llenar los miles de puestos burocráticos en la iniciativa privada... pero México lo que necesita es una enorme mayoría de emprendendores equipados para crear valor, para hacer cosas y para dar servicios de alto nivel. No necesitamos más desempleados.
Yo digo: vamos a crear de verdad el diseño sustentable, no con payasadas de usar materiales reciclados o para crear 'green design' como biombitos de 4mil dólares, ni con proyectos altruistas ni caritativos en nuestro tiempo libre... vamos diseñando un universo de herramientas, equipos, máquinas, y objetos que le ayuden a la gente a sostenerse, a ser emprendedores.
¿Y el posgrado? Pues igual que las licenciaturas: vamos re-orientando los estudios en diseño pensando más en calidad que en cantidad de egresados. Las universidades están perdidas si siguen operando con el modelo de "más egresados es mejor". Sobre todo si se sigue la meta de 1 egresado = 1 empleado. Estamos fritos con ese modelito.
Sigo pensando que los posgrados en diseño son fundamentales, pero además del importante papel de generar conocimientos nuevos, me queda cada vez más clara la urgencia de aterrizar esos conocimientos diseñísticos. En vez de andar leyendo a autores extranjeros, deberíamos reconocer a Gabriel Zaid como el mejor diseñador de México. Al menos a mí me parece que sus ideas son 100% de diseño de avanzada, aquí un botón:
"Quizá el problema fundamental de los medios de producción baratos es que no sabemos verlos como inversiones, como bienes de capital. Muchas máquinas de coser domésticas sirven para ganarse la vida. Muchas bicicletas, aunque se vendan como juguetes, como regalos, como aparatos para hacer ejercicio o medios de competencia deportiva, sirven para ir al trabajo o para trabajar. Pero no deja de ser significativo que, cuando se habla de bicicletas “profesionales”, no se habla de bicicletas especialmente diseñadas para oficios o profesiones (por ejemplo: para afiladores ambulantes de tijeras y cuchillos o para enfermeros que vacunen y den primeros auxilios)"En fin, ojalá que vayamos cambiando y dejando atrás estas ideas de que estudiar por estudiar (por el papelito) es mejor que no estudiar. Y que se nos quiten los aires de superioridad para dejar de ver el título universitario como "la mejor herencia". Si alguna vez lo fue ¡ya no lo es! La mejor herencia es enseñar a crear empleos, riqueza, valor, significado...
Zaid lo pone magistralmente:
"Así como los misioneros sentían que la mayor generosidad posible con un indio era que sus hijos dejaran de ser indios y se volvieran misioneros, los universitarios sienten que la mayor generosidad posible con los campesinos, los artesanos, las comadronas, los que producen y venden en talleres rústicos, en bicicletas, en los mercados, no es ofrecerles recursos para que fortalezcan su independencia y aumenten su productividad, sino ofrecerles un empleo, subsidios y la ilusión de que sus hijos lleguen a ser universitarios."